Todo profesional que haga estimulación los usa y los ha usado hasta la saciedad.
Y es que realmente es un material fantástico para movilizar todo un engranaje de funciones mentales.
En la metodología Montessori, los puzles son un material sensorial que se usa desde que los niños son muy pequeños y durante toda la etapa escolar y se pueden seguir usando en Montessori para mayores.
Todas las personas que hemos tenido niños alrededor, hemos regalado o proporcionado puzles desde muy temprana edad, empezando normalmente por los encajables, ya que entendemos que los puzles son “juguetes” maravillosos para el desarrollo del niño.
Sin embargo, los puzles son mucho más que un juguete. En Montessori son un material didáctico, muy completo, a través del cual, los niños trabajan, no sólo capacidades cognitivas, sino también motoras, emocionales y conocimientos concretos.
Estas capacidades son transversales en todo trabajo con cualquier puzle, pero luego está el trabajo de conocimientos concretos, que para adquirirlos se ofrecerá un puzle concreto u otro, por ejemplo, para conocer los números, los animales, las formas geométricas, los colores, etc.
Puzles para trabajar zoología
Los primeros que se ofrecen son puzles con botón, que son más fáciles de manipular por una mano pequeñita, además de empezar a estimular la pinza. A través de ellos, se empezarán a ofrecer conceptos básicos como los mencionados antes: colores, formas, categorías de vocabulario (animales, vehículos, frutas,..). Más adelante, también se usarán sin botón, encajables de otro tipo, construcciones, encaje vertical, etc. Y se trabajarán otros conocimientos más complejos llegando hasta aprender conceptos matemáticos, botánica, zoología o geografía a través de estos materiales. También a través de los puzles se pueden trabajar actividades de clasificación y seriación, que son dos tipos de actividades que trabajan principios básicos de organización en nuestra vida cotidiana.
¿Qué funciones cognitivas se trabajan al hacer un puzle una persona adulta?
En personas adultas, las capacidades que se ponen en marcha al trabajar con un puzle, son las mismas que en cualquier otra edad.
Por tanto, en mayores sigue teniendo los mismos beneficios que en etapas anteriores.
Además, los puzles tienen un control del error propio, tan importante en las actividades Montessori, que respeta el principio de autoeducación, de modo que no requiere de la presencia o guía del profesional para realizar la actividad ni su corrección. La misma actividad te “dice” si la estás realizando bien o no y te da opción a ti mismo o a ti misma a probar otra estrategia.
Una de las premisas en Montessori, es que todo lo que ofrezcamos a la persona, debe ser adecuada para su edad. Por tanto, el puzle que demos a una persona mayor, tiene que ser apropiado. Algunas de estas características serán:
Muchísimos!!!!! Lo bueno de los puzles es que hay tanta variedad…
No existe material específico de Montessori para mayores, así que aplicado a esta población, tendremos que buscar puzles que encajen con los criterios que he mencionado antes. Podemos aprovechar muchos de los puzles Montessori que existen, ya que verás que no tienen estética infantil, pero además hay muchos otros en el mercado.
No estoy afiliada a ninguna marca, ni comerciante, por tanto, las recomendaciones que os hago aquí no tienen ningún interés comercial.
Encajables: tanto con botón como sin botón. Pueden usarse desde personas sin ningún tipo de deterioro hasta personas con deterioro cognitivo moderado-grave.
Tipo tetris o tangram: Mucho más complejos, sólo se podrán usar en personas sin deterioro cognitivo o muy leve. De este tipo tenemos los triángulos constructores Montessori. Podemos variar la dificultad dibujando el patrón o dejando que los construyan sin patrón.
Tipo construcción: Se pueden usar en personas sin deterioro o con deterioro leve. En fases más avanzadas tendrían que ser usados simplemente encajando piezas pero es difícil que puedan seguir un patrón, ya que sus funciones ejecutivas ya estarán muy deterioradas, con lo cual se usará para trabajar la psicomotricidad. En Montessori tenemos los materiales sensoriales del cubo del binomio y del trinomio, por ejemplo, que en niños, más adelante servirá para trabajar las matemáticas, pero en mayores, sólo los usaremos de esta forma sensorial. También encajarían en este tipo los puzles 3D.
Ensamblaje: Son los puzles a los que estamos más acostumbrados, en los que tenemos que ensamblar diferentes piezas. Pueden ser con o sin botón. Con botón tenemos toda la gama de puzles Montessori que se usan en botánica, zoología o geografía. Sin botón, tenemos los puzles tradicionales, de cartón, de madera,… Y también los podemos fabricar nosotros con fotos grandes plastificadas y recortadas en piezas; dependiendo del grado de deterioro cognitivo que tenga la persona, podemos recortar mayor o menor número de piezas. Al fabricarlo nosotros, podemos aprovechar para elegir temas que les interesen.
Copia de patrones uniendo piezas, como el uso de la torre rosa o la escalera marrón Montessori componiendo patrones. También, sin ser material Montessori, pero que cumpliría los criterios Montessori, podemos usar los cubos de Khos, o materiales parecidos. De forma casera, podemos fabricar materiales Montessori para copiar patrones, por ejemplo con palos de helado de colores. ¡Imaginación al poder!
Encajes verticales. Podemos usar materiales fabricados pero también los podemos hacer nosotros para fases avanzadas de deterioro.
Tipo mosaico. Hay materiales preciosos de este tipo con diferentes grados de dificultad.
Podemos usarlos tanto de forma individual, ya que los puzles favorecen la concentración y la relajación, así como el disfrute del tiempo con uno mismo. Por tanto, daríamos a la persona su propio puzle para que lo realizara.
También podemos hacerlo de forma grupal, ya que es una actividad muy divertida cuando se hace en un grupo pequeño de personas, siempre y cuando tengan un nivel cognitivo parecido.
Podemos ofrecerlo en un taller, o en un momento determinado propuesto por nosotros o por algún familiar, pero también podemos dejarlo en el ambiente preparado para su uso, de modo que la persona pueda usarlo siempre que quiera, de forma autónoma. En este caso, se puede acompañar de las instrucciones necesarias para su realización y la forma final que deben alcanzar, si lo vemos necesario.
Tendremos que ajustar el grado de dificultad en función del deterioro cognitivo, de modo que el mismo puzle podremos graduarlo, dependiendo de cómo lo usemos. Por ejemplo, construir un patrón con la torre rosa será más difícil copiándolo que si ofrecemos la plantilla para que lo haga encima. También por ejemplo, si ofrecemos un puzle de ensamblar, lo podemos hacer más fácil si lo ofrecemos hecho, pero dejando algunas piezas sin poner, que si tiene que hacerlo completo. En los tipo tangram será más difícil si le ofrecemos la figura a reproducir sin líneas, que si la figura aparece con las líneas de las piezas dibujadas.
¿Se te ocurre alguna forma más de usar los puzles? Puedes aportar tus comentarios, que será muy bien recibidos, ¡¡¡y varias cabezas piensan más que una sola!!!
Si te interesa saber todo sobre la aplicación de Montessori a los mayores, puedes ver mi formación online en este enlace: https://www.escuela.montessoriparamayores.com/montessoriparamayores/formacionenmontessoriparamayores
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Mi misión es difundir la metodología Montessori aplicada a las personas mayores para dar una calidad de vida basada en el respeto y la dignidad, y brindar una vida con sentido y propósito.
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